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Pocos placeres reconfortan tanto el espíritu y mejoran el estado de ánimo como comer. Es una actividad que, además de necesaria, genera felicidad. Pero a veces, la comida va más allá de los simples ingredientes y la sazón de quien los prepara, y mucho más allá del apetito de quien los consume. La gastronomía más que historia y cultura de los países y territorios, es identidad.

En Colombia, lastimosamente, esa identidad se ha ido perdiendo con el correr de los años, ante la voracidad de la globalización y otros cambios bruscos de nuestros tiempos.

“Como país no nos conocemos y una bonita forma de hacerlo es a través de la gastronomía, de los platos típicos de nuestro país. Es necesario generar identidad a través del arte culinario, porque a veces preferimos lo de afuera y no le damos el valor que merece lo nuestro”, dice el periodista Lorenzo Villegas, un consumado investigador y escritor de gastronomía, especializado en la comida colombiana.

Lorenzo, quien hace poco visibilizó, a través de un libro, la historia de la morcilla, es el coordinador del espacio Sabores de Confianza del Bazar de la Confianza que este año se adelantará el 14 de julio en el Jardín Botánico de Medellín. 

Él es un convencido de la riqueza de los sabores colombianos y por eso, en esta ocasión, su intención es que los visitantes del Bazar, sin necesidad de viajar por Colombia pagando boletos de avión o de bus, prueben la majestuosidad de los platos típicos de diferentes regiones y se lleven en su paladar un recuerdo imborrable de lo que somos como cultura.

“Nosotros hemos perdido contacto con nuestras raíces. Nuestro frijol viene de Canadá y el maíz de nuestras arepas viene de Nebraska. No nos damos cuenta del mal que le hacemos a nuestras culturas indígenas, afrodescendientes y a nuestros campesinos cuando consumimos productos foráneos exclusivamente. El espacio Sabores de Confianza nos permitirá eso, volver a confiar en lo nuestro y, de paso, ayudar a nuestros productores”, expresa Lorenzo.

En el espacio habrá una muestra de la cocina del Pacífico que incluye pasteles y otros manjares suculentos de esa región. De igual forma, habrá una mesa con las frituras del Caribe, mazamorras de la comuna 13 y platos típicos de Antioquia, Cundinamarca y Santander, entre otros.

Estarán presentes, en resumen, todas las familias de los platos fuertes: sancochos, fiambres, tamales, embutidos, dulces, bebidas y comida vegetariana.

El colectivo de empoderamiento femenino, Brujería, traerá chichas. Otros grupos vendrán a exhibir cervezas artesanales de varios sabores y, de Otraparte, como siempre, se expondrán diferentes aromas de café, para energizar el cuerpo y sosegar el espíritu.

Lo interesante es que el espacio de Sabores de Confianza no tendrá un punto físico, sino que todos los expositores estarán regados a lo largo del Jardín Botánico, desde el Orquideorama, pasando por el Vagón del Tren, los ingresos y el lago.

Lorenzo, que se ha ganado varios premios por su dedicación a la gastronomía nacional, lleva tres años coordinando Sabores de Confianza, iniciativa que fundó junto a su finado amigo Julián Estrada Ochoa, desde hace más de cinco años. Cuando Julián falleció, Lorenzo tomó la bandera y ha fortalecido el evento con nuevas ofertas y sabores.

“Mi deseo es que la gente sepa disfrutar de un encurtido de Sopetrán o de un viche de Guapí, de unas empanadas del Caribe o de un ajiaco bogotano. Que la gente aprenda del país a través de los platos, de los aromas y de los sabores. Y para eso está el Bazar de la Confianza”, señala.

Los precios serán muy amigables con los bolsillos de los visitantes pues, aunque la idea es comercializar los diferentes productos, también se trata de conocerlos, de disfrutarlos y, de algún modo, amarlos.  

Recuerda que puedes descargar aquí las boletas para asistir al Bazar de la Confianza y disfrutar todos los sabores colombianos en un solo espacio. 

Descargar tu boletas aquí para acompañarnos este próximo 14 de julio en el Jardín Botánico de Medellín

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