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Cuántas veces ha pensado qué sucede con ese jean, esa camisa o esas medias que ya no usa. En realidad ¿sabe a dónde van a parar? Tal vez no lo haya imaginado pero estas prendas pueden recobrar vida y sufrir transformaciones para tener un nuevo uso. 

Por lo menos esa es la apuesta de Retazos Artesanal, un colectivo de artistas del corregimiento de Santa Elena, en Medellín, que hace un año decidió ‘coser los hilos’ de la economía circular y mostrar sus primeras puntadas en el espacio Ecología de lo cotidiano del Bazar de la confianza, durante la celebración de los 50 años de la Cooperativa Confiar. 

Edwin Montoya Ortiz es el rostro de Retazos, también de las artes escénicas en Medellín. Desde 2021 decidió tomar conciencia junto a Laura Moreno Herrera y otras personas más sobre el efecto nocivo que tienen los textiles en el medio ambiente, al concebir una idea errónea: arrojarlos a la basura hacen que se degraden. 

“Hoy le estamos contando a la gente sobre las alternativas para tener prendas, que supuestamente se desechan a que las pueden intervenir de diferentes maneras con pintura textil, ilustración, uso de sellos básicos como un fomi o trozo de madera y la idea es que la gente se lleve esa idea, para acabar con la economía lineal: comprar-usar-desechar”, argumenta su propósito Edwin.  

Con esa filosofía llegaron al Bazar de la confianza para poner sobre el tejido social el concepto de economía circular. Este no es más que un modelo que propone la reparación, renovación, reutilización para una producción y consumo más sostenible. ¿Cómo? En este caso, mediante la transformación de las prendas en otras para vestir o usar de diferentes maneras. 

Chaquetas en denim ahora con dibujos abstractos pintados en el espaldar, camisetas básicas con paisajes cafeteros pintados en acrílico, jeans con líneas multicolores en la zona de los bolsillos, blusas que se convierten en antifaces, son algunas de las intervenciones que en Retazos lograron, para darle otro uso a los textiles y ponerlos a ‘rodar’ de nuevo. 

“De una prenda, nosotros en Retazos sacamos las partes que se puedan salvar para hacer trabajos como los talleres de máscaras y antifaces. Con estos mismos retazos lo que hacemos en el Bazar de la confianza, en sus 50 años, es una colcha de retazos donde la gente va imprimiendo lo que es para ellos es la reparación, no solo de prendas sino lo que está sucediendo en el país, de lo que es la verdad y la reparación”, agrega Montoya Ortiz. 

En el Bazar invitaron a niños, jóvenes, adultos, otros más mayores, a coser con sus propias manos, en pedazos de retazos de tela, su idea sobre la reparación. Rostros de arlequines, jardines de girasol, banderas de la comunidad LGBTI con mensajes como “todos merecemos ser respetados”, fueron algunas de las ideas que pintaron los asistentes a la fiesta y que cosieron para crear una extensa colcha de retazos.

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