Encuestas, estudios y análisis nos demuestran que cada vez más la sociedad ha dejado de confiar en los gobiernos, en las instituciones públicas y en las autoridades, y de paso, en las asociaciones y empresas, y se podría decir que, de continuar así, cada persona llegará un día a desconfiar de todos las demás.
Dice Pereda que sin confianza «no podría sobrevivir esa rara especie: los animales humanos», y es totalmente cierto, porque la confianza no sólo permite el funcionamiento eficiente de los engranajes sociales, sino que supone la posibilidad de otras consecuencias socialmente deseables.
Así que la confianza es un recurso del que nunca se puede tener demasiado.
Les compartimos algunas de las imágenes qué nos dejó esté espacio de reflexión y de diálogo sobre la importancia de la confianza en la construcción de tejido social a partir de tres ámbitos fundamentales: el político, el social y el económico.